jueves, diciembre 24, 2009
25
Lo ha dicho alguien por ahí, una noche de luna, y lo ha dicho claramente -en medio de la noche-
"vamos quemando los ángeles que llevamos dentro"...
Con el tiempo los vamos quemando, arden con los años, con los actos, y en los ojos, hasta que nos quedan sólo las cenizas.
Luego viene el olvido, luego el abrazo demoníaco, y eso que llamamos inocencia se ve desperdigada, arrojada, explotada, por alguna mina subterranea, invisible, insonora, por algunos pasos; mientras nos dirigimos a eso que somos ahora, y que nos cuesta tanto...
Yo tuve un ángel.
Según la mitología judaica del siglo I, me acompañaba a todas partes.
Lo he visto hace poco en los ojos de mi hijo. Me ha mirado,triste, como a una casa, vacía, negra, con solo una ventana.
Un dulce deja vu me cuesta el espíritu escéptico, y las manos de grande y vacías que rara vez escarban la tierra....
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