
Entonces juguemos a ser otros,
a reorientarnos la mudez
o el oscuro éxodo de los pájaros
a golpearnos
a preguntarnos
Por qué, cuándo y cómo duelen las alas
a tantearnos los silencios,
a tantearnos en silencio.
Dubitativos,
tú y yo,
como los verbos
a fugarnos de las luces
de las sombras,
como otros.
1 comentario:
es dificil eso de tantear los silencios, dan ganas de prender la luz. aunque sea imposible
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